Escultura
ETAPA DE ILEGALIDAD ( s. I- 313 d. Cto)
Al contrario que el judaísmo, el cristianismo si representará a Dios con figura humana. En principio lo hará inspirándose en las imágenes romanas, pero poco a poco se irá diferenciando.
Las representaciones cristianas tienen un alto grado de simbolismo: la vid es la sangre de Cristo, el pez (IXZUS: Ieosus Christos Theou Uios Soter = Jesucristo, hijo de Dios, Salvador), el pastor, etc.
La figura del Buen Pastor es una de las más características, lo presenta como un joven imberbe, con su morral y túnica corta, llevando el cordero a los hombros. Esta figura es ideal ya que por su figura apolínea permitía a los cristianos no ser identificados por ella. En otras representaciones aparece el Cristo con barba y más envejecido.
Lo más característico en la escultura paleocristiana es la escultura de sarcófagos, que se realizaban en mármol y pórfido (roca porosa oscura). En esta época muchas veces utilizan sarcófagos paganos de los que arrancan los detalles paganizantes, o aprovechaban una representación pagana con significación cristiana. Pero la decoración más usual es la de estrígiles, a base de curvas opuestas (sinuosas), el estrígile era un instrumento en forma de "S" que utilizaban los atletas y los gladiadores para quitarse el sudor y la suciedad de la piel. En el arte romano su uso es continuo como elemento decorativo en los sepulcros; de ahí pasará al paleocristiano, donde simboliza la "limpieza" (pureza) del alma. Pero esto no permite afirmar que el allí enterrado no fuera pagano. Temas como el del Paraíso Pagano aplicado al Cristiano; las estaciones, como símbolo de esperanza; la figura del Orante con los brazos levantados, del Buen Pastor, etc.
Antes del Edicto de Milán los sarcófagos se adosaban a las paredes de las cellae memoriae y en las criptas. El sarcófago solía realizarse en un solo bloque, excepto la tapa que puede estar abovedada o a dos aguas.
ÉPOCA DE LEGALIDAD (desde el 313 d. Cto.)
A partir de este momento las representaciones se realizan de forma libre, aislando las figuras y situándolas alejadas del mundo material. La figura queda reducida a contorno, se desentienden del color, de esta manera las figuras se sitúan en un plano superior al mundo visible. Aunque sigue habiendo ejemplos de los estilos anteriores como el "Sarcófago de San Vicente" (Valencia, España, s. IV)
Roma será uno de los centros de realización de estos sarcófagos, y de allí se exportan. Tienen forma de caja, cubiertos por una placa plana.
Registro inferior (de izquierda a derecha): Job; Adán y Eva; entrada de Jesús en Jerusalén; Daniel entre los leones y apresamiento de Pablo.
"Sarcófago de Écija"